¡Poesias Genalguacil!
Fuego
En Sierra Bermeja ardieron llamas de furia,
hace dos años, en Genalguacil, surgió la osadía.
El fuego, como un viento avasallador,
convirtió el paisaje en un trágico desolador.
El fuego, un monstruo de sexta generación, devoraba el paisaje, era la destrucción.
Creíamos que era el fin del mundo, pena y desgracia, un dolor profundo.
La desesperanza se instauró en el confín.
Penosa era la escena que se contemplo un fuego, que a todos asombro
pero hoy, dos años después, emerge la verdad,
nadie ha elevado la voz, nadie ha tomado acción urgente.
Ni gobierno, ni comunidad, ni ayuntamiento, han puesto manos a la obra,
ni un solo intento.
No han trazado cortafuegos ni limpiado senderos,
las medidas preventivas quedaron en agueros.
Y las subvenciones de séptima generación,
brillan por su ausencia, en triste decepción.
Nada de repoblacion.
Esperamos que otro incendio no se desate,
para que entonces sepan lo que en verdad se combate.
No basta lamentar la desgracia consumada,
el fuego debe apagarse en invierno, jornada a jornada.
No otra vez, qué pena, qué desgracia latente,
golpeando la madriguera, sin inocente.
Pero no debemos olvidar, debemos luchar, contra la indiferencia, no más dejar pasar.
Exijamos acción, sumergiéndonos en la lucha, para proteger la naturaleza, con lucha.
Unámonos, en unidad, en conciencia,
para que Sierra Bermeja recobre su esencia.
Protejamos los tesoros que la naturaleza nos da,
para que futuras generaciones lo puedan admirar.
Aprendamos de los errores pasados,
y con medidas de séptima generación,prevenidos y armados, protejamos nuestro hogar,
nuestro querido entorno,
y no dejemos que otro incendio sea el retorno.
Sierra Bermeja merece un futuro distinto, donde el fuego no sea el cruel laberinto.
Honremos al conejo, símbolo perdido, no más olvido.
Sierra Bermeja, valle de encanto y de vida,
no permitamos que se convierta en herida.
Es hora de unirnos, de hacer eco en la montaña,
limpiemos el bosque para que renazca la esperanza mañana.

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